Nada es para siempre
Prof. Evaristo Velasco Álvarez.
Cada vez que amanece y anochece; cada vez que llueve y deja de llover; cada ocasión en que comenzamos algún proyecto, tenemos la claridad de que en algún momento terminará; en algún momento volverá a amanecer; en algún momento caerá de nuevo la lluvia; en algún momento terminaremos lo que comenzamos.
“Nada es para siempre” parece ser una noticia que nos garantiza que el dolor, el sufrimiento, las angustias, lo malo, irremediablemente se acabará; todo se terminará en cualquier momento. “No hay mal que dure 100 años, ni pueblo que lo resista” es un dicho mexicano de toda la vida.
Son palabras de bálsamo para todos los sufrimientos que se nos van presentando, y sólo durarán lo que tengan que durar, porque nada es eterno, más que Dios. Pero eso también nos puede y debe poner en alerta, porque la felicidad es una tipa escurridiza y difícilmente nos permitirá tenerla cautiva siempre.
José el soñador nos recuerda que tras de los huracanes y las tempestades viene la calma, viene la tranquilidad; por eso le dijo al Faraón que vendrían 7 años de vacas gordas y 7 años de vacas flacas. Que durante los años de bonanza se debería guardar el trigo que sobrara para soportar los años de escasez; que nada es para toda la vida.
Los grandes imperios: los griegos, los egipcios, los fenicios, los romanos, los españoles, los ingleses, los estadounidenses… no serán para siempre; urge entonces estar preparados para los años de bonanza en los países que fueron considerados como menores o como esclavos de los poderosos.
También Paulo Coelho nos hace la reflexión de que: “Cuando la noche es más oscura, es porque ya viene la luz, la claridad”; así que preparémonos estudiando, almacenando, aprendiendo, fortaleciendo nuestros vínculos familiares, buscando mejores lugares, momentos y personas con las que queremos convivir.
Seamos pues inteligentes y hagamos de nuestro paso por esta vida la oportunidad para alcanzar mejores estadios, mejores oportunidades, mejores condiciones para los que vienen detrás de nosotros. Nuestros hijos y nietos deberán estar en nuestros pensamientos siempre, sin abandonarnos nosotros a la penuria.
Como hijos todos del Gran Arquitecto del Universo, sabemos que él siempre nos dará oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Aprovechemos este tiempo para hacer del siguiente un mejor momento, para ¡Que viva México!
velasco_alvarez@yahoo.com
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